Visión borrosa, líneas torcidas y manchas: señales de alerta en la mácula
- 9 abr
- 3 Min. de lectura
La mácula es una pequeña zona en el centro de la retina, pero su papel en nuestra visión es inmenso. Gracias a ella podemos ver con nitidez los detalles más finos, reconocer rostros, leer o enfocar con precisión. Cuando algo no va bien en esta región, nuestra capacidad para realizar tareas cotidianas puede verse seriamente comprometida.
Algunas señales tempranas pueden pasar desapercibidas o confundirse con simples cambios de graduación. Sin embargo, síntomas como visión borrosa, líneas que se ven torcidas o manchas oscuras en el centro del campo visual pueden indicar una alteración en la mácula. Detectarlos a tiempo es clave para proteger la visión central y evitar complicaciones mayores.

¿Cuáles son los síntomas más comunes cuando hay un problema en la mácula?
Los síntomas asociados a patologías maculares pueden aparecer de forma lenta y progresiva o presentarse de manera más súbita, dependiendo de la causa. En muchas ocasiones, se manifiestan de manera leve y son difíciles de identificar en fases tempranas, por eso es fundamental conocerlos y estar atentos:
Visión borrosa: uno de los primeros signos. Las letras en un libro o en el móvil pueden parecer poco nítidas, incluso con gafas. Esta pérdida de definición afecta directamente a tareas como la lectura o el reconocimiento de rostros.
Metamorfopsia (líneas torcidas o deformadas): objetos rectos, como los marcos de las puertas o los bordes de un papel se perciben ondulados. Esta distorsión visual es muy característica de problemas en la mácula.
Manchas oscuras (escotomas): zonas sin visión en el centro del campo visual, que dificultan ver lo que está justo enfrente. Pueden aumentar con el tiempo si no se actúa.
Dificultad para diferenciar colores o contrastes: los colores se perciben más apagados o menos definidos.
Problemas con la visión en condiciones de poca luz: adaptarse a la oscuridad puede resultar más difícil de lo habitual.
Según la Dra. Mª Pilar Ruiz del Tiempo, especialista en retina en ARAVIS: “La mácula es el centro del sistema visual. Cuando se deteriora, la calidad de vida del paciente puede cambiar drásticamente. Detectar estos síntomas a tiempo es clave para actuar antes de que la pérdida visual sea irreversible.”
Enfermedades que afectan a la mácula
Las alteraciones en la mácula pueden deberse a distintas enfermedades, algunas más comunes a partir de cierta edad o asociadas a otras patologías sistémicas. Estas son las más frecuentes:
Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): Es la principal causa de pérdida de visión central en personas mayores de 60 años. La forma seca, más frecuente, evoluciona lentamente, mientras que la forma húmeda, más agresiva, puede provocar una pérdida rápida de visión. Ambas afectan directamente a la mácula, deteriorando las células encargadas de la visión nítida y precisa.
Edema macular: Consiste en la acumulación de líquido en la mácula, lo que provoca inflamación y visión borrosa. Puede estar asociado a otras enfermedades como la retinopatía diabética o la oclusión venosa de la retina.
Membrana epirretiniana: Se forma una delgada capa de tejido sobre la mácula, que tira de ella y distorsiona su forma, generando visión deformada y pérdida de nitidez. Suele presentarse de manera progresiva.
Agujero macular: Es una rotura en el centro de la mácula que produce una mancha oscura central y visión borrosa. En fases avanzadas puede requerir tratamiento quirúrgico.
“La mácula es el centro del sistema visual. Cuando se deteriora, la calidad de vida del paciente puede cambiar drásticamente. Detectar estos síntomas a tiempo es clave para actuar antes de que la pérdida visual sea irreversible.”
¿Qué hacer si notas alguno de estos síntomas?
Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental acudir cuanto antes a un oftalmólogo especializado en retina. No es recomendable esperar o asumir que se trata de un problema menor. Cuanto antes se diagnostique una alteración en la mácula, más posibilidades habrá de preservar la visión y evitar daños mayores.
Las pruebas de imagen como la tomografía de coherencia óptica (OCT) permiten ver la mácula en detalle y detectar cambios incluso milimétricos. En función del diagnóstico, se puede establecer un tratamiento personalizado, que puede incluir medicación intravítrea, cirugía o seguimiento periódico.
Conclusión
Cambios visuales como visión borrosa, distorsiones o manchas oscuras nunca deben ser ignorados. Son signos de que algo puede estar afectando a tu mácula y, por tanto, a tu visión central. La detección precoz es clave para mantener una buena calidad de vida.
En ARAVIS contamos con un equipo especializado en retina con una amplia trayectoria clínica: el Dr. Oscar Ruiz Moreno, la Dra. Nieves Pardiñas Barón y la Dra. Mª Pilar Ruiz del Tiempo. Si percibes alguno de estos síntomas o simplemente quieres revisar tu salud visual, pide cita con nosotros. Te ayudaremos a ver el mundo con claridad y tranquilidad.